"Suki despierta. Despierta Suki"
Escuchaba una voz que me llamaba pero no sabía quién era.
Hasta que abrí los ojos, había ante la oscuridad tres luces con figuras de un cuerpo de hombre parados frente a mí.
"Estos dos mis hermanos, los logre convencer, bueno.... Maso menos"
El Dios de la Sabiduría estaba parado a mi izquierda señalando a los dos de su alado.
No podía ver el rostro de nadie, solo figuras luminosas que parecían dos hombres altos, uno parece tener el pelo largo o eso creo.
"Yo soy el Dios de la Guerra"
Hablo el del medio con un tono prepotente, el que parece tener el pelo largo.
"Y yo soy el Dios del Amor"
Le siguió el que estaba a mi derecha, pero hablo con un tono más tranquilo.
'Bien, creo que será mejor ir directo al grano'
"Hola, vinieron a pedirme perdón."
Les hable con una sonrisa inocente.
"No"
Los dos hablaron al mismo tiempo.
"Entonces ¿A que vinieron?"
"Bueno pediste vernos a cambio de reencarnar ¿no?"
Eso me dijo el Dios del amor inclinándose un poco, después de todo son hombres muy grandes.
No se si son muy grandes o yo soy muy bajita.
"Si y no, les pedí verlos para que me pidan perdón de rodillas. Si no lo harán entonces no me interesa reencarnar"
Les respondí mirando a otro lado sin interés de verlos, para demostrarles que no me intimidan.
'Pero demonios su sola presencia y su altura me intimida ¡ya me dio miedo!. Pero ya lo hice no hay vuelta atrás.'
"Jajaja, estúpida humana crees que te pediremos perdón. Somos Dioses nosotros no nos disculpamos con nadie, eso significaría que cometimos un error y los Dioses nunca cometemos errores ¡Somos Seres Perfectos!"
Que le pasa a este Dios. Enserio se está alabando a el mismo pero que narcisista, digo pensé que iba a ser así el Dios del Amor, pero nunca me imaginé que sería así el Dios de la Guerra.
"Confórmate con solo vernos, digo no cualquier humano ve a tres Dioses humanos y déjate reencarnar."
Eso me dijo el Dios del Amor.
"No"
"Tu.... ¡Estúpida humana crees que puedes hacer lo que quieres solo eres un ser insignificante!"
Creo que ya se enojó el Dios de la Guerra.
"Sí, es cierto soy un humano, un ser insignificante comparado con ustedes y con otros seres que viven en otros planetas. Pero.... ¡¡Ustedes me quitaron la vida por una estúpida mujer lujuriosa y ustedes son un par de calenturientos que estuvieron peleando por una mujer que se va detrás de otro hombre como una perra en celo.!!"
"¡¡Tu.... Maldita mujer!!"
El Dios de la guerra se abalanzo hacia a mí con intenciones de destruirme. Pero me da igual les dije sus verdades.
"Detente hermano"
Lo detuvo el Dios de la Sabiduría evitando que me ataque.
"Ja, se supone que eres un Dios, un ser perfecto pero... ¡¡un Dios que se deja llevar por sus sentimientos no es un ser perfecto al contrario eres igual que cualquier otro humano dejándose llevar por el deseo carnal y siendo manipulado por una mujer!! eres un Dios ¿no? ¿Qué no puedes tener a cualquier mujer?"
El Dios de la guerra se me quedo mirando, esta vez no se alteró, no se abalanzo a mí. Al contrario se quedó quieto. En el fondo sabía que tengo razón, y si sigue comportándose así, bueno solo demostraría que tengo razón.
Aparto las manos de su hermano que le detenían, dejo de mirarme y desvió su mirada a un lado con los brazos cruzados.
Había un silencio incomodo, pero rompió ese silencio el Dios del amor
"Humana, sabes que-"
Lo interrumpí
"No me llamo humana, tengo un nombre y es Suki."
"Suki, ese es un nombre coreano, pero no pareces coreana"
Es cierto, tengo el cabello negro de mi mama, pero los demás rasgos físicos los herede de mi padre, pero mi madre escogió mi nombre y en memoria de ella mi padre me llamo así.
"Soy mitad coreana y mitad norte americana"
"Está bien, Suki sabes nosotros tenemos nuestro orgullo, el pedirte perdón rompería nuestro orgullo. No te pediremos perdón de rodillas como querías, pero...."
"Pero ¿Qué?"
"No se si mis hermanos están de acuerdo con esto, pero que te parece darte una indemnización por los daños"
"Me van a dar dinero, y yo que hare con el dinero si estoy muerta"
"No te daremos dinero, te daremos obsequios únicos para que te sirvan en tu nueva vida"
"¿De qué estás hablando hermano?"
Hablo primero el Dios de la Sabiduría
"Nos permites un momento para explicarles a mis hermanos"
El Dios de la Sabiduría se dio la vuelta junto con los otros dos Dioses no escuchaba nada ni voces ni murmullos. Seguro utilizaron su poder para que no los pueda escuchar.
Después de unos minutos se dieron la vuelta.
"Bien, todos estamos de acuerdo con lo que dijo mi hermano, te lo explicare para que entiendas lo que te ofrecemos."
Hablo esta vez el Dios de la Sabiduría.
"Como dijo mi hermano tendrás una indemnización por haber muerto por la pelea de ellos, te daremos obsequios para que te sirvan en tu nueva vida."
"¿Qué clase de obsequio?"
"Por ejemplo yo te daré suerte en el amor"
Empezó a hablar el Dios del amor
"Yo te daré un arma única y legendaria"
Y yo para que quiero eso y el amor solo me ocasionara problemas un claro ejemplo son ellos, el Dios de la guerra influenciado por el amor a esa mujer hizo estupideces.
"No, gracias no quiero esa clase de obsequios. No me pueden dar algo mejor"
"Algo mejor como ¿Qué?"
Hablo el Dios del amor indignado por haber rechazados su suerte en el amor.
"No se, que tal Hmmmm ¡Bendiciones!"
Es lo primero que se me ocurrió, no se en que estoy pensando. Solo quiero humillarlos pidiéndoles más.
"¿Una bendición? ¿De dónde escuchaste eso....?"
Me pregunto el Dios de la sabiduría, pero yo solo encogí los hombros. Ya que solo se me acaba de ocurrir, ni sé que signifique para ellos bendiciones.
"Jajaja, realmente eres una humana interesante."
Siento que es bipolar este Dios de la Guerra.
"Bien te daremos nuestras Bendiciones pero..... los aceptaras de callada y reencarnaras"
"Está bien."
"Yo el Dios de la Guerra te daré la destreza, capacidad y habilidad de aprender y utilizar cualquier arma de pelea. Para poder manejar cualquier arma tendrás una habilidad física incomparable."
"Yo el Dios del Amor te bendeciré con la belleza inigualable. Pero para no quedarme atrás don la bendición de mi hermano ten esto, este brazalete cambiara tu imagen según como lo imagines."
Me dio un brazalete con joyas negras que brillaban como una noche estrellada.
"Yo el Dios de la Sabiduría te daré el don de la inteligencia, lo que te propongas aprender lo harás mejor que otros. Reencarnaras con tus memorias intactas para que te sirvan como sabiduría en tu nueva vida."
"Nosotros los tres Dioses te otorgamos bendiciones a través de dones, utilízalos con sabiduría"
Una vez termino de decir eso, el Dios de la Sabiduría mi cuerpo empezó a brillar y empecé a desaparecer poco a poco.
"Obtuviste nuestras bendiciones a través de dones, pero no tendrás una vida fácil por humillarnos."
No escuche por completo ¿Qué dijeron esos bastardos?
Como estaba por desaparecer por completo, creo que escuche decirle algo a un Dios, pero... solo escuche vida difícil.


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